Las acciones hablan por sí mismas.
Tengo un conocido que se quejaba de que una persona que consideraba su amigo solía hablar prometiendo ciertas cosas y expresando ciertas opiniones y luego, actuaba de forma distinta.
Era un tema que le preocupaba. Nos sentamos un rato y dibujamos una gráfica en la que quedaba claro que en el tiempo había una diferencia sustancial entre lo que esa persona decía y hacia. Ese que decía llamarse amigo no demostraba con acciones esa amistad.
El castillo de naipes que sustentaba la idea de que eran amigos se caía por su propio peso.
Las acciones hablan por sí mismas.
A veces nos resistimos a verlo, pero las acciones siguen ahí delante de nosotros.
Fíjate en lo que se hace más que en lo que se dice.
Crece y Gana
Fernando Manzano
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