Bien, clave tres: Realiza una descripción clara y profunda de ese problema o desafío que tienes entre manos.
¿Cómo de profunda es la descripción de tu problema?
Sé honesto contigo mismo, ayúdate.
Normalmente el estrés diario nos dificulta el realizar una amplia exploración de esos problemas o desafíos que tenemos. Normalmente hacemos una descripción cortita, resumida, que nos permite obtener una comprensión de ese problema y llegar a una solución X, la que sale de ese análisis superficial.
Normalmente ese es un análisis superficial que puede ser correcto. Pero en otras ocasiones no te va a permitir llegar a la respuesta correcta, a una solución que realmente se haga cargo de esa situación que te preocupa.
Si tú empiezas a investigar o a tratar de resolver tu problema con una pobre descripción del mismo, tienes todos los números de la lotería para conseguir una pobre solución de tu problema.
Así que lo repetiré: haz una descripción de tu problema clara y profunda de tu situación.
Descubre todos los elementos implicados antes de ir a buscar una solución.
¿Buscamos la clave 4?
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